Día 150 –
Viernes 23 de agosto
Pasé el día
en Playa del Ritmo y conocí a Natasa de Grecia, una chica ecologista que estuvo
trabajando 2 meses en Ecuador y ahora viaja por Colombia.
Día 151 –
Sábado 24 de agosto
Natasa hizo
unos camarones al ajillo y una paella muy rica.
Día 152 –
Domingo 25 de agosto
Fui con
Natasa a conocer Aracataca (el pueblo donde se crió Gabriel García Márquez).
Estuvimos recorriendo sus calles y la casa de Gabo.
Ahí te das
cuenta de donde se inspiró para sus ficciones.
Almorzamos en
el patio de una casa junto a unos colombianos y después fuimos a pasar la tarde
al río.
Día 153 –
Lunes 26 de agosto
A la noche
conocí a Marlene de Austria, que canta increíblemente y estuvimos improvisando
unas canciones.
Día 154 –
Martes 27 de agosto
Partimos
junto a Pablo, Natasa, Martín y Marilina (una pareja argentina de la Patagonia)
a Minca.
Llegamos
después de un camino de lluvia y nos instalamos en una finca.
A la noche
cocinamos pizzas en un horno de barro (que estrenamos) y jugamos con los niños
de la casa.
Día 155 –
Miércoles 28 de agosto
Cumplí 5 meses de viaje y para festejarlo fuimos a
nadar al río.
A la tarde
volvimos a Playa del Ritmo.
Día 156 –
Jueves 29 de agosto
Día en Playa
del Ritmo…
Día 157 –
Viernes 30 de agosto
Compramos víveres
para ir al día siguiente a la Guajira.
Día 158 –
Sábado 31 de agosto
A las 4 am
estábamos Natasa, Pablo y yo arriba del bus rumbo a la Guajira, tierra de la
comunidad Wayuu.
A eso del
mediodía y luego de algunas paradas técnicas y un camino de desierto llegamos
al Cabo de la Vela, un pueblito de una calle a lo largo de la costa, entre un
mar celeste y un desierto amarillo.
El Cabo de
la Vela vive del turismo. Hordas de turistas llegan y hordas de wayuus intentan
sacar provecho de ello, ya sea vendiendo artesanías o simplemente pidiendo agua
o comida (el agua es el recurso más valioso aquí, ya que no hay, y hay que
traerla, de hecho se bañan con agua salada que abunda).
A la tarde
fuimos al Pilón de Azúcar (una montaña en forma de pirámide) y estuvimos
nadando en sus playas.
Luego vimos
el atardecer desde el faro del cabo.
A la noche
dormimos en las hamacas a 1,5 mts del mar.
Día 159 –
Domingo 1 de septiembre
Indescriptible
la sensación de abrir los ojos y que lo primero que veas sea un cielo amaneciendo
y un mar color turquesa.
Pablo se
volvió con el grupo porque tenía que volver a trabajar y Natasa y yo nos
quedamos con la intención de seguir viaje hasta Punta Gallinas.
A la tarde
estábamos en nuestras hamacas y viene un niño con una pelota de trapo y nos
dice algo en wayuuki y lo repite hasta que yo le dije lo mismo y me dice
“significa buenas tardes”.
A partir de
ese momento ya habíamos dejado de ser turistas a los cuales hay que venderles o
pedirles cosas, y por lo menos con los niños entablamos otro tipo de relación.
Al rato éramos
como 10 niños y niñas, incluidos Natasa y yo, jugando a la pelota. Y otros
tantos mirando que no se animaban a participar.
Luego del
partido nos quedamos charlando con Alejandro (el dueño de la pelota) y su
hermana, y nos contaron varias cosas sobre la comunidad Wayuu.
Día 160 –
Lunes 2 de septiembre
A las 6 de
la mañana partimos en lancha hacia Punta Gallinas.
En la lancha
íbamos: el capitán y un tripulante, 2 franceses, una italiana, un colombiano,
una pareja argentina, Natasa (griega) y yo (argentino).
Luego de 3
horas de navegar a mar abierto llegamos al pueblo donde pasaríamos la noche.
Después de
acomodarnos volvimos a la lancha y fuimos a ver unos flamencos y a una playita
donde a Natasa y a mí nos picaron unas medusas. Eran chiquitas y rosadas. A mí
por suerte no llegaron a picarme tanto.
Almorzamos y
fuimos parados en la caja de una camioneta hasta Punta Gallinas (el punto más
boreal de Sudamérica).
A partir de
este momento mi viaje entró en una tercera etapa donde solo queda el rumbo sur.
Después
fuimos a una duna que cae directamente al mar, donde pasamos la tarde y vimos
el atardecer.
A la noche
me quedé con 2 colombianos y un español hablando sobre música argentina y
tomando whisky.
Día 161 –
Martes 3 de septiembre
A las 5 am
partimos de vuelta al Cabo de la Vela, en lancha. Una vez allí nos subimos a
una 4x4 que nos llevó hasta Uribia. Ahí tomamos un auto hasta Riohacha. Allí
almorzamos, y tomamos un bus hasta Santa Marta. Y desde allí una buseta hasta
Playa del Ritmo, donde llegamos después de 12 horas de viaje, en 5 transportes
distintos.
Fuimos al
mar, comimos, y a dormir.
Día 162 –
Miércoles 4 de septiembre
Hoy es el
cumpleaños de Pablo. Pasamos la tarde con Natasa haciendo una torta y un postre
típico de Grecia (es igual al yogurt griego de La Serenísima).
A la noche
junto a otros 2 argentinos hicimos un asado para unas 30 personas en la playa.
Y después nos quedamos en el bar bailando y haciendo algunos juegos.
Día 163 –
Jueves 5 de septiembre
Aproveché el
día para descansar.
A la noche
conocí a Cintia (la Colo), de Quilmes, que vino una semana a Colombia por
laburo y otra para recorrer un poco.
Día 164 –
Viernes 6 de septiembre
Al mediodía
y luego de 4 semanas de estar en Playa del Ritmo, partí para Cartagena.
Elegí un mal
día ya que era el partido de la selección de Colombia en Barranquilla (a mitad
de camino) y el trayecto fue un quilombo.
Cuando
llegué fui a la ciudad amurallada y me instalé en el hostel “Chill House”.
Día 165 –
Sábado 7 de septiembre
Cartagena
tuvo su esplendor en el siglo XVI cuando todos los barcos españoles que se
llevaban el oro y las riquezas materiales de América hacían parada obligatoria
acá.
Por eso la
protegieron de los “piratas del Caribe” con murallas, fuertes, y un castillo.
Pasé el día
recorriendo la ciudad y fui al museo de la inquisición (que tuvo su sede en
Cartagena también).
La tarde la
pasé recorriendo por más de 3 horas el castillo de San Felipe y aprendiendo
mucho sobre la historia y sobre esta increíble obra de ingeniería militar que
está pensada hasta el más mínimo detalle.
Día 166 –
Domingo 8 de septiembre
A la mañana
partí rumbo al puerto donde me embarqué hacia las Islas del Rosario (un
archipiélago de islitas, algunas tan pequeñas que solo entra una casa).
Después de
recorrer fui al Oceanario.
La tarde la
pasé en Playa Blanca en la isla Barú.
Día 167 – Lunes 9 de septiembre
A la mañana
fui al museo de Arte Moderno de Cartagena.
A la tarde
me encontré con la Colo y estuvimos caminando por Cartagena y fuimos a “Café
del Mar” a ver el atardecer. Paradójicamente en “Café del Mar” (Colombia) no
sirven café.
Día 168 –
Martes 10 de septiembre
A la noche
partí rumbo a Medellín.
Día 169 –
Miércoles 11 de septiembre
Llegué a la
mañana a Medellín y fui para el hostel Sunshine.
Dejé mis
cosas y me fui a recorrer la ciudad.
Nadie sabe
con certeza dónde nació Gardel, lo que sí se sabe es que murió en un accidente
aéreo en Medellín (ciudad donde florece el tango por todos lados).
Fui a la
casa Gardeliana donde había una muestra del surgimiento del tango domo “hijo de
la milonga” y esta como “hija del candombe” (según Zitarrosa).
L a tarde la
pasé jugando en el museo participativo de ciencias Explora. Estuve más de 4
horas explorando la física, la química, la biología y otras ciencias en este
museo. Muy recomendable.
Día 170 –
Jueves 12 de septiembre
Me encontré
con Andrea y Gaia que no los veía desde Bonito, Brasil.
Estuvimos en
el Parque de los Pies Descalzos. Un parque donde entras en patas para sentir la
energía de la Tierra.
De allí
fuimos al Parque Arví. Para lo cual tomamos el Metrocable.
Pasamos por
la plaza Botero y nos despedimos.
Día 171 –
Viernes 13 de septiembre
Fui al museo
de Antioquia donde vi varias obras de Botero y otros Artistas.
A la noche
llegó Neil a quien tampoco veía desde Bonito.
Día 172 –
Sábado 14 de septiembre
A la noche
partí rumbo a Barichara. En un bus con WiFi.
Día 173 –
Domingo 15 de septiembre
Llegué a
Barichara. Pueblito de estilo colonial en la montaña, con casas blancas y
techos de tejas.